No es tan común que sepan esto, pero hoy nos topamos con una clienta de peluquería que nos preguntó casi extrañada que porqué estábamos rociando un líquido en nuestras herramientas y, más sorprendida aún, cuando supo que es un desinfectante.
Y claro, no está ese hábito tan arraigado en las peluquerías chilenas, pero debería ser una exigencia. En nuestro caso utilizamos una solución germicida, fungicida y virucida que desinfecta no sólo los peines, sino también, las herramientas de acero, plástico y acrílico. Esto da mayor seguridad de no traspasar enfermedades entre clientes ya que son herramientas de uso público.
Pues bien, ahí asalta la pregunta de cada persona por sus propios implementos de casa ¿es necesario comprar esta solución? La verdad es que si tienen la oportunidad es la mejor opción, sin embargo, si no pueden les damos este tip casero:
- Lo primero es limpiar el peine, sacando todo pelo atorado.
- Si la herramienta es metálica o plástica, sumergirla por treinta minutos en agua jabonosa, ese jabón debe ser desinfectante o antibacterial, lo venden en supermercados, aquellos que dicen “elimina un 99.9% de bacterias”.
- Si es un cepillo con funda plástica sólo lavarlo sin sumergirlo, eso podría dañar el adhesivo de la funda y dañarlo. Si es un peine de madera tampoco dejarlo sumergido ya que pueden dañarlo. Si son cerdas naturales pueden dejarlo sumergido solo en ellas y no el mango, ya que, generalmente son de madera o de plástico con adhesivos.
Evidentemente que no desinfecta tan bien como el líquido profesional, pero si son de uso personal este sencillo hábito les asegurará una herramienta limpia y eficaz, además de segura para su salud capilar.