Me han preguntado mucho por esta herramienta, esto porque la ven en vídeos de youtube o tutoriales de Instagram, donde ha llamado la atención por su diminuto aspecto y la destreza con la que la mueven.
En muchos vídeos de fanátic@s del maquillaje se ve esta herramienta con la que sostienen las pestañas postizas, esto a fin de entregar más destreza y afirmar el pulso para montarlas en los ojos. De hecho, es común verlas sacar las pestañas de su empaque, presionarlas entre las gomas de esta pinza y aplicar el pegamento.
¿Entonces son para pestañas postizas?
La verdad es que no. Su pequeño diseño es para un objetivo distinto: es para encrespar pestañas de entrada y de salida, es decir las que están demasiado cerca del lagrimal y en el final del ojo.
A pesar de ser muy útil, el encrespador es, para muchas, una tortura: el miedo de apretar la piel del párpado o de tirar y arrancarlas las lleva a omitir su uso y a buscar herramientas poco adecuadas como una cuchara u otras. Con este encrespador eso no sucede.
Con los años el mercado asiático notó que también se puede sostener pestañas postizas para facilitar el trabajo en el ojo, sin embargo, según mi experiencia personal, es más fácil sostenerlas con las manos y adherir. En todo caso como es costumbre y habilidad de cada cual es muy común que compren esta pinza para cualquiera de los dos objetivos. ¿Lo mejor? es de un precio bastante accesible ya que la versión de imitación no cuesta más de $2.000 pesos chilenos (casi dos dólares) aunque el original diseño de Shu Uemura es un poco más caro $12.800 pesos chilenos (algo así como 17 dólares)