Y cuando se nos viene Halloween ustedes están tras inspiración para maquillarse como esas villanas del cine, aquellas que marcaron un antes y un después en el concepto de maldad retratado con maquillaje.
No sé si es de siempre, pero recuerdo que desde pequeño me han gustado los malos del cine, el personaje bondadoso no tiene mucho de atractivo, eso pensaba, y sigo creyendo lo mismo, y parece ser que no soy el único que lo cree porque ustedes no buscan a la princesa para disfrazarse, siempre es aquella que llama la atención por salirse con la suya, perfectamente peinada y maquillada y que luce vestidos elegantes y llenos de joyas. Y es que la villana es la magnética, la que atrae y quiere ser imitada.
EL MAQUILLAJE PERVERSO
Para que una malévola sea recordada deben tener en mente un factor común: lucir increíblemente destacada, eso se logra con algunos puntos que deben ser potenciados y, el que me más me atrae, lógicamente, es el maquillaje, veamos algunos ejemplos:
- JADIS: La Reina de Narnia o la Bruja Blanca, es un personaje que atormenta a todo un pueblo con su eterno invierno, el personaje se destaca por un maquillaje con productos tornasolados, sombras iluminadas en blanco yeso y que inspira frío de sólo mirarla. El trabajo de caracterización es sutil y de buen gusto ya que no gastaron recursos obvios en simular frío, fue un buen juego de cosmética, cabello y los trajes increíbles y llenos de fuerza de Alexander McQueen.
- CRUELLA DE VIL: Y quién no recuerda a esta mujer del cine animado clásico que quería muchos cachorros de Dálmata para crear el más increíble atuendo. Para la versión en cine manejaron un maquillaje perfecto en el rostro rígido de Glenn Close, lo interesante es la fina elaboración de detalles: delineador líquido separado en el término de los ojos, sombra única en colores rosados y lo mejor de todo: la ampliación del labio con un lápiz perfilador que encierra un rojo furioso, tal como la malvada mujer.
- MALÉFICA: Por años sólo tuvimos la referencia en dibujos animados y Angelina Jolie logró lo que nunca pensamos, una caracterización que dio no sólo con el vestuario y caracterización, sino con una actuación increíble en que imitaba los gestos, pasos y movimientos de extremidades idénticos a la versión animada. Su maquillaje fue lo mejor, una alianza de caracterizadores y maquilladores para unir prótesis de silicona y látex en conjunto con un destacado uso de productos de visagismo (cremas en blanco y marrón) y todo encuadrado en lo mejor de las facciones de Angelina: sus labios y un labial rojo en textura mate.
- MORTICIA: La versión de los años ’60 no hacía plena justicia al trabajo de maquillaje ya que los tonos blanco y negro de aquella época impedían un desarrollo potente. Sin embargo, en el trabajo de Angélica Houston se lucieron como un equipo dedicado a lucir el look de “Ticia Adams”, esto se logró rebajando el color y tono de su piel con maquillaje, un smoky eyes en negro y resaltar los labios en rojo y textura cremosa, pero el efecto no estaba completo sin un apoyo de luces: permanentemente la actriz es iluminada en su rostro con un foto rectangular que deja los ojos reflectantes, dando una dureza a su mirada que no dejaba desapercibida a la nueva versión de Morticia.
- LA REINA DE CORAZONES: Una bella adaptación de Tim Burton para el clásico cuento de Alicia en el País de las Maravillas, nos muestra a una deformada Reina de Corazones con un proceso de digitalización, pero el maquillaje no se quedó atrás, las facciones eliminadas con una piel extra blanca y luminosa, ojos protagonizados en celeste agua y cejas reformuladas con empastes y el toque que define todo: los labios en forma de corazón, un look maravilloso que nos presenta un trabajo de vestuario y estilo de gran factura en la genial actuación de Helena Bonham Carter.
- BRUJA DE LA BELLA DURMIENTE: Este es un caso bastante particular, ya que la protagonista de la película no es la princesa que cae víctima de un encantamiento de sueño eterno por morder una manzana, sino que es la historia de la malvada bruja, un guión muy interesante que muestra la historia desde la visión del personaje interpretado por Charlize Theron. Toda la imagen está muy bien pensada: elegancia, oscuridad y maldad, tres conceptos que se logran transmitir con el vestuario, accesorios y, por supuesto, con un maquillaje estilo nude elaborado con discreción y buen gusto. Atrás quedó la visual de rostros cremosos, llenos de verrugas y sombras corridas en los ojos y se dio paso a una piel joven, iluminada y perfectamente maquillada.