Muchas veces escucho decir, que el protocolo al vestir, es sólo para tenerlo en cuenta frente a un Presidente de Estado, un Rey o en citas de alto nivel social… ¡gran error! En la vida cotidiana, en más de una ocasión, hay que aplicarlo; puede ser una cena de negocios, un cóctel de empresa o, más común aún, una boda.
Cuando me invitan a la ceremonia de un matrimonio religioso, o algún cóctel, o a una reunión social nocturna, me encuentro con grandes errores, al observar el vestir de los invitados. Pero, concentrémonos en ustedes chicas y el protocolo que deben seguir para estar ad hoc a cada ocasión: largos de sus vestidos, ancho, telas, pedrerías de fantasía y accesorios o joyas verdaderas, etc. ¡Es más fácil de lo que creen!
PROTOCOLO AL VESTIR FORMAL
1.- ESTOY INVITADA A UN CÓCTEL
– Éste es un evento que, por lo general, se realiza entre las 18:00 y las 22:00 hrs. Es la oportunidad para un vestido corto (hasta la rodilla). La elegancia de esta prenda va a depender de la calidad de la tela, su costura y la pedrería que podría llevar. Todo esto forma un conjunto de detalles que deben revisar.
– Se recomienda no usar colores excesivamente llamativos tales como fucsia, amarillo o calipso, por nombrar algunos.
– El que lleve o no un escote en la espalda dependerá de cada cuerpo, ya que la idea de este escote es que sea beneficioso, visualmente hablando para su portadora, más que perjudicial (recuerden que siempre hay un “rollito” que se escapa), y si la espalda no se ve delicada o estilizada, ¡no hay nada que mostrar!
He visto que varias famosas asisten de jeans a eventos o cócteles, se ve alternativo, ¿es posible lucir así en algún horario?
El ser conocida o “famosa” no asegura que se sepan vestir. Los momentos puntuales para llevar jeans son: comprar en el supermercado, cuidar a los niños, lavar el auto o salir de compras; pero jamás para una celebración, aquí no tiene cabida de forma alguna. Si quieres lucir relajada opta, por lo menos, por una falda pantalón.
2.- LA INVITACIÓN DICE ETIQUETA
– En protocolo nada se deja al azar, si dice “etiqueta”, “alta noche” o “vestido de noche” es sinónimo de vestido largo, hasta los tobillos.
– Con respecto a las joyas, esta es la ocasión para lucir diamantes y oro, es decir, guarden para otra oportunidad la fantasía y la plata.
– Si bien el tema del color es de elección personal, deben considerar que siempre, el negro, es equivalente a elegancia. Por lo que entonces, aquellos tonos muy encendidos, déjenla mejor como una última opción. Muchas pueden decir: “Pero yo quiero destacarme del resto”. A esas mujeres les recuerdo, que el perfil de una real dama, elegante y sobria es no llamar la atención por esas vulgaridades sino por sus comentarios inteligentes y el buen gusto.
3.- EL PARTE DE MATRIMONIO NO DICE “ETIQUETA” NI NADA PARECIDO
– Lo siento, sólo por el hecho de saber que es una boda y conocer su horario (considerando que fuera de noche) se debe entender que es un evento de alta noche. Por tanto, si los caballeros van de esmoquin o traje elegante, entonces las mujeres deben llevar vestido largo, por nada del mundo, cortos. Mucho menos lucir vestimentas ajustadas y mini faldas. Hay ocasiones en que escucho comentarios, como que la etiqueta es para gente adulta y que no hay que colocarse años encima con el vestuario. Yo respondo a través de otra pregunta: “¿Entonces que hace un niño en un evento de alta noche? ¿No deberían estar durmiendo?” Si son los mayores de edad, los que asisten a estos eventos, por ende, deben vestirse como tales.
– El mayor error que cometen algunas, en estos eventos, es ocupar algún tipo de mantillas, pañuelos o, un simple trozo de tela que colocan en la espalda o colgando de los brazos, ¡como si eso fuera glamoroso! Créanme, no lo es.
– Los colores: siempre tener en cuenta que el tono blanco y los colores cremosos, en general, son de uso exclusivo de la novia.
– Accesorios: los mismos que para etiqueta. Supuestamente no su vestido no debería tener grandes cortes que dejen ver sus piernas, pero de igual forma, deben usar pantimedias, y sin brillo.
Siempre habrá gente que ame el protocolo del vestir porque nos da directrices para poder interactuar con el entorno cómodamente. Otros, por su parte, odiarán tanta regla porque, obviamente, los limita. Mi opinión personal es que si el protocolo no nos indicara cómo vestir estaríamos en situaciones más que incómodas. Por eso, siempre se me viene a la mente la principal regla protocolar con la que abro las clases de Ceremonial: “Nunca hagas nada que incomode al resto, aunque eso signifique tu propia incomodidad”. Eso, traducido, significa que todos debemos hacer lo posible por tener un evento agradable. En mi opinión, no es sólo protocolo sino una regla universal de civilización.
Mauro González: Asesor Imagen / Makeup Artist
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